lunes, 23 de marzo de 2015

POEMAS DE AMOR




A Juan Carlos Onetti
(1)

Lo confieso
no la dejes entrar;
también le temo
a tu tostadora


Dormir juntos
es tomar la mano
del monstruo
que vive
bajo tu cama
y no soltarla
en toda la noche


Cerremos la persiana
vayamos de a poco
escondiendo
al día


Rezaba yo
un corte de luz
que temblara
los rojos números
de tu reloj
y ya no supiéramos
del tiempo


Nunca saltaría
de tu balcón
por no ser
lo suficiente-
mente alto


Hablemos
de los padres
mientras manchamos
con vino tu diván
blanco como un hueso
por mucho tiempo
enterrado


Me duele
una costilla
dos palabras
y yo siento
que es tu culpa


Jurame amor
voy a decirte
no necesito
tanto
Yo necesito
que no sea
la hora
de partir(me)


Sé que guardás
un cuchillo
entre los dientes
que apuñala
una metáfora
bajo la almohada
hiriente


Yo también
preciso pastillas
para levantarme
de tu cama



(2)

Dos tatuajes
en las costillas
cinco cortes
y una raya
agujas sangre
piel recuerdo
no
sigue en pie
arrepentirse


I can´t quit you baby
delay de mensajes
loops de amor
realidad distorsión
y voy yo
destroy
detroit


Algo sangra
en el amor
está inscrito
el desamor
yo repetí
y sufrimos
de antemano
los dos


Él saca
mis yoes
malditos
la parte
rayada
en la cinta
mi lado B
del cassette


Poli
consumo
eso nos
te define


Estar enamorada/
obsesionada
que alguien me diga
la diferencia


Palacio Salvo
desde ahí
yo saltaría
cualquier
tarde
que lo pidas


Vencernos
entre sábanas
sucias rayadas
un día un año
tres semanas
los instantes
vencerte
que me venzas
este juego
violento
tuyo
tu juego


Dejame
morir
no abras
la persiana
no abras
mis ojos
horribles
o salto
por la ventana
por tu ventana


Vos cogiste
con otra
yo lo supe
por un silencio
porque te faltaba
en el rostro
mi lunar


(3)

Colmada
esa parte
rojiza precisa
en tu cara
sin memoria
tu balcón
se derrumba
dice adiós
y sólo quedan
amaneceres
seis noches
sin poder
dormir


De noche
a oscuras
yo lloré
tendida
sobre tu cama
silenciosa
entre tus brazos
y vos no
vos no quisiste
no pudiste
saberlo


Recobro
la honda mentira
de que todo
está bien
todo está ciego
y de que no
se destruyen
distraídos
ojos míos
al verte


Dónde estás
dónde está
tu diente partido
montado
los rulos abiertos
en tu cabeza
estoy loca
por creer
cualquier cosa
que digas


Enumeraste
lo que te gustaba
de mí
y yo advertí
que esa lista
consigo traía
un pero
traía
escondido
el final


Para qué
tanto vino
en tu balcón
Para qué
el diván
y los padres
Para qué
la mitad
del desprecio
si tarde o temprano
siempre llega
la tormenta
al campo


La noche cae
boca arriba
pueblan me
las sombras
de un olvido
urgente
y yo tan frágil
como una
como un
metal


Desesperadamente
odiándote
repitiendo
serena y blanda
cada belicosa
resaca
hay siglos
contenidos
en mi ráfaga
tu ráfaga
infernal


Detenida
en el fracaso
desierta
sólo yo
en el amargo
ya no
qué lástima
de neurosis
mi cabeza


Mentiste;
inválido
era
tu amor




Idea Vilariño mía

jueves, 12 de marzo de 2015

No me dejes

En la oscuridad las palabras golpean contra las paredes. No me dejes. Retumba en el ciclo helado su voz diciendo no me dejes. Caen pesados, heridos de muerte de amor, los sonidos de las palabras en una profundidad sin oídos. Un perderse para siempre en el vacío. Un herirse la piel con el filo de la luna. Un golpearse contra la indiferencia. Una explosión de venas, huesos y células en algún rincón del pecho. El dolor impulsando una reacción en cadena. El dolor multiplicando una figura mutilada en infinitos espejos. No. Me. Dejes. Un apagarse todas las estrellas de dos en dos de diez en diez de mil en mil. No me dejes no me dejes no me dejes.

¿Cómo junto todos los pedazos? No me dejes. Tenés que quedarte conmigo porque solo vos sabes si creo en algo a veces. Tenés que quedarte para decirme si está bien o si está mal o si no es asunto mío. Tenés que quedarte para decirme quién soy, para que no lo olvide, para que no me lleve un rayo hacia el centro de la tierra. No podes irte porque sólo vos sabes si quiero seguir viviendo. No me dejes. Aunque todo sea incierto pedime que salte (yo cambio la música por oír tu voz), pedime que salte en la oscuridad pero no me dejes. No me dejes.

NO ME DEJES    No me dejes. Desde lo alto y oscuro de mi soledad te beso con la mirada y no lo sabes. Y no hace falta que lo sepas, ni nada. Es un placer observarte cuando no te das cuenta. Es hermoso y tonto mirarte cuando no te enteras. Verte actuar. Imaginar lo que imaginas. Suponer lo que piensas. Qué alegría inocente y obscena saber que lo ignorabas y haberte mirado tanto. No me dejes.

No dejes que se vaya. Si se va no lo verás nunca más. Si se va hablará otros idiomas. Se cubrirá con ropas nuevas, Aprenderá distintas formas de placer. Descubrirá que era hermoso estar a tu lado pero que no eras imprescindible para respirar. No lo dejes ir. No puedes dejar que se vaya. Hazte un sitio dentro de sus pulmones. Asesínalo, pero no lo dejes ir. Los que se van no vuelven, los que vuelven son siempre otros. Apunta directo a su corazón y dispárale toda la muerte. Tienes el derecho otorgado por el demente tribunal del amor. Asesínalo. Te absolveremos los que hemos amado alguna vez. Pero no lo dejes ir, porque cuando se deja partir a alguien, ya no se lo ve nunca más.



Los pro y los contra de hacer dedo
Marc, la sucia rata
José Sbarra